Una foto al día

No sé a vosotros, pero a mí a veces me cuesta muchísimo encontrar inspiración para mis fotografías. Me gusta poder tener al menos una imagen para cada día de entre semana, para así compartirlas con los demás e ir comprobando mis progresos en este terreno. Lo cierto es que entre las clases y toda la carga de trabajo de la universidad tengo un tiempo muy escaso para poder dedicarlo a mi hobbie, sin contar los ratos que dedico a mis amigos y a tener algo de vida social.

 

La cuestión es que muchos de mis amigos y conocidos me preguntan cómo es posible que mantenga un buen nivel en las fotos que voy publicando, y que además sean tan variadas y diferentes entre ellas ¡si no tengo apenas tiempo para ello! La respuesta corta sería que intento invertir cualquier minuto libre que tengo, y que por eso al final siempre aparece alguna que otra imagen especial que añadir a las que ya tengo. Pero lo cierto es que existen pequeños trucos para conseguirlo.

La mejor foto puede encontrarse en cualquier momento

El mejor consejo que puedo dar para lograr fotografías diferentes cada día: mantén los ojos bien abiertos. Me explico; incluso cuando estoy en la universidad y estoy pensando en las tareas que tengo que terminar para el día siguiente, lo cierto es que una parte de mí está pendiente de captar esos detalles de los cuales puede salir una buena foto.

Siempre llevo mi cámara conmigo, y eso hace que sea más sencillo captar un momento de interacción con mis amigos, o un detalle en esa pieza de ropa o complemento que me parece tan original, de las sesiones de estudio o incluso de ese plato tan elaborado del bar al que vamos mientras hablamos de los proyectos pendientes.

Los animales, los más fotogénicos

Otros de mis protagonistas favoritos para mis imágenes son los animales; normalmente hago el recorrido desde la uni hasta mi casa caminando; así me despejo, hago algo de deporte y también tengo una oportunidad más para captar momentos especiales. Más de una vez me he cruzado con gente que paseaba perros  preciosos y les he pedido permiso para fotografiarlos; eso sin contar la de veces que he “robado” fotos de las mascotas de mis amigos cuando he ido a sus casas.

Mi casa, un centro creativo

El tiempo que paso en casa lo dedico a estudiar, pero también a relajarme. Hay muchos momentos en que he visto un haz de luz que entraba por la ventana y que creaba un efecto curioso, o que he podido realizar algún montaje con los muebles y enseres de la casa. A veces ser creativo es muy fácil; sólo hay que echar un vistazo a lo que se tiene alrededor.

¿Una excursión? ¡La ocasión perfecta!

De vez en cuando tenemos un respiro para hacer otra cosa al margen de los estudios y nos vamos a un sitio cerca de la ciudad. Amigos, una mochila… y kilómetros y kilómetros para echar a andar y descubrir lugares perfectos para fotografiar. Sobre todo si es invierno, con algo de nieve y hielo cubriendo la naturaleza, las imágenes son maravillosas. Pero en cualquier época del año se encuentran detalles que pueden marcar la diferencia a la hora de tomar una foto.

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